Misión
Misión
Nuestra misión es proclamar, preservar y mostrar el Evangelio de acuerdo con las Escrituras. Llevar las buenas nuevas de salvación al mundo para que puedan obtener el perdón de pecados y vida eterna en Jesucristo.
Visión
Visión
Nuestra visión es que todo el mundo conozca a Jesucristo como su Señor y Salvador.
Lo Que Creemos
Lo Que Creemos
Creemos que la Biblia es la revelación escrita de Dios, completa y suficiente en todos los aspectos. Creemos que las Escrituras son "inspiradas por Dios" y, por lo tanto, plenamente autorizadas en sí mismas; su autoridad es basada en ninguna iglesia, consejo o credo, pero son autorizadas simplemente porque son la Palabra de Dios. Las Escrituras, al encarnar el mismo discurso de Dios, participan de Su autoridad, Su poder. Todas nuestras doctrinas se basan únicamente en las Escrituras como la única autoridad dada a la iglesia de parte de Dios.
Creemos en un Dios verdadero, eterno e inmutable. Creemos que Dios es el Creador de todo lo que existe en el cielo y en la tierra. El Dios que se describe en la Biblia es único; Es diferente a cualquier otra persona o cualquier otra cosa en todo el universo. Dios tiene todo poder, todo conocimiento, toda sabiduría, y se le debe toda gloria, honor y alabanza. Todo lo que sucede, pasa por decreto de Dios. Todas las cosas, al final, resultarán en la gloria de Dios. Creemos que la Biblia enseña que sólo hay un ser llamado Dios, sin embargo, hay tres Personas que comparten este ser de Dios: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cada Persona es completa y completamente Dios, cada uno se describe en las Escrituras como poseedor de los atributos de Dios. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo han existido eternamente en la relación descrita por el término "Trinidad".
Creemos que el hombre fue creado a imagen de Dios. El hombre se rebeló contra Su Creador, y cayó en pecado. Como resultado, el hombre murió espiritualmente, totalmente renuente y de hecho incapaz de buscar a Dios. Dios, desde la eternidad pasada, habiendo predestinado todas las cosas, unió a ciertas personas a Cristo Jesús, para que pudiera redimirlos de su pecado y al hacerlo traer gloria a Sí mismo. Jesucristo, el Hijo de Dios, murió en el lugar de este pueblo elegido, proporcionando el perdón completo de los pecados por medio de Su muerte en la cruz del Calvario. Ninguna otra obra puede proveer el perdón de los pecados, y no se puede hacer ninguna adición a la obra completa y terminada de Cristo. Creemos que Dios, en Su gracia y misericordia soberana, regenera a hombres pecadores por el poder del Espíritu Santo, no por ninguna acción propia, llevándolos a una nueva vida. Dios les concede los dones de fe y arrepentimiento, que luego ejercen al creer en Cristo y apartándose de sus pecados por amor a Dios. Como resultado de esta fe, basada en el sacrificio del Señor Jesucristo, Dios justifica o hace justo a aquel que cree. Con el don de fe de Dios, y la obra perpetua del Espíritu Santo en la vida de los elegidos, resulta en buenas obras. Estas buenas obras surgen de la fe verdadera y salvadora; son un resultado necesario de esta fe, pero no deben considerarse necesarios para obtener la justificación, que es sólo por la gracia de Dios a través de la fe, para que ningún hombre pueda jactarse.
Creemos que Jesucristo estableció Su Iglesia, que está compuesta por todos los elegidos de Dios. Su Iglesia, como una novia obediente, escucha Su Palabra tal como se encuentra en la Biblia. Todos los que creen en Cristo son colocados en Su cuerpo, la Iglesia. Las expresiones locales de la Iglesia son muy importantes, y cada creyente debe participar activamente en tal comunión. Creemos que Cristo viene de nuevo a juzgar a los vivos y a los muertos. Esta promesa se encuentra en todas las sagradas Escrituras. Hasta Su regreso, los creyentes han de vivir vidas que traigan gloria a Dios por medio de Jesucristo. La Iglesia debe estar ocupada haciendo la obra de evangelización y discipulado, proclamando el Evangelio puro de Cristo enseñando la Palabra de Dios.